ZOE

Zoe llegó a la asociación tras recibir el aviso de una cachorra tirada en el costado de una acera sin apenas moverse y con sangre en la cara. Sin pensarlo dos veces, fuimos corriendo a por ella y la llevamos al veterinario. Por las radiografías pudimos descubrir que Zoe había recibido un golpe muy fuerte en la cara, posiblemente una patada o un piedrazo. Con el calor de un hogar de acogida y los cuidados de una familia Zoe se recuperó por completo, pero descubrimos que algo no estaba bien ya que en uno de los análisis de sangre se descubrió que los riñones no estaban bien. Nos asustamos mucho, y durante unos meses estuvimos de idas y venidas con el veterinario realizando pruebas, más análisis, cultivos… Pero por suerte, Zoe no sufría ninguna enfermedad sino que tenía infección y con unas cuantas semanas de tratamiento, todo volvió a la normalidad. Zoe no era una gata muy extrovertida o cariñosa y pensábamos que eso dificultaría su adopción, hasta que apareció su familia y se enamoraron mutuamente. Zoe encontró su lugar en el mundo y cambió completamente su personalidad. Se volvió una gata cariñosa, amigable y juguetona. Por fin, después de la dura vida que tuvo, Zoe es feliz.

Hace 9 meses adopté a Zoe,una gatita maltratada con la esperanza de que fuera una gatita completamente feliz, que empezara a confiar en que si había humanos que podían quererla y tratarla como la princesa que es y puedo decir que lo he conseguido.Yo no pasaba por un momento emocional fácil, y la llegada de Zoé a casa fue sin duda, mi mayor rayo de luz. Le costó adaptarse al principio, confiar, pero a día de hoy, es cariñosa, tremendamente lista, juguetona y no hay ni un solo día que no me pida su yogur favorito. Adoptar a Zoe sin duda fue la mejor decisión que tomé. 

 Familia de Zoe