TEDDY
Cuando recibimos el aviso de Teddy no sabíamos qué íbamos a hacer con él, pero sabíamos que teníamos que ayudarle. Teddy nació en la calle junto a dos hermanos más. Todo iba bien hasta que un día la mamá gato desapareció, y los tres bebés quedaron huérfanos. Poco a poco fueron aprendiendo a hacer vida por sí mismos, pero la calle es muy dura para tres bebés y cuando las cosas parece que no pueden ir a peor... En un corto periodo de tiempo uno de los bebés desapareció sin dejar rastro y el único hermanito que le quedaba a Teddy fue atropellado. Teddy, con tan sólo dos meses, se vio solo en el mundo y pedía ayuda desesperada a cualquier persona que se acercara por la calle. No podíamos dejar que Teddy viviera el mismo destino de su familia, así que ese mismo día se le sacó de la calle. Llegó hinchado como un globo de todos los parásitos intestinales que tenía, y por supuesto con unas diarreas horribles que nos costó muchísimo estabilizar. Pero todo mereció la pena para que nuestro pequeño pudiera encontrar la familia que deseaba. Ahora Teddy es un gato sano, feliz y con unas cacas perfectas. Adora a su familia y su familia lo adoran a él. Le encanta escalar en su rascador y juguetear por toda la casa. Por fin Teddy vive a salvo y querido en su nuevo hogar.